- Tenías razón, tienes derecho a que te diga a la cara lo que pienso. Pienso que se acabó, y esta vez estoy segura de que para siempre.
+ Aquí no te puedo explicar bien lo que pasó, necesito que me esperes unos días...
- A eso me refiero, a que siempre hay algo antes que yo. Un problema, un imprevisto.. ¿Sabes lo que anteponía yo a ti? Nada, no había nada, tu eras lo primero y lo último. Por eso me monté en ese avión, dejé a mis padres llorando y me dio todo igual. Porque tu lo eras todo, el principio y el fin... Pero ya no, lo siento.
+ Lo siento, de verdad, lo siento cariño, necesito que me esperes unos días, sólo unos días.
- Ese ha sido mi problema, que te he esperado demasiado, y ya me he cansado...
+ ¿A qué viene todo esto ahora?
- Es porque mis padres tenían razón, porque todo el mundo tenía razón, porque lo nuestro no iba a funcionar y por fin me he dado cuenta.