La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer.

martes, 13 de diciembre de 2011

Suerte.

Aitor: ¿Está bien el libro de los amores imposibles?
Lis: Inevitables.
Aitor: ¿Inevitables?
Lis: Sí. ¿Sabes lo que quiere decir a tres metros sobre el cielo? Pues es como estar en el cielo, pero más arriba. Mucho mejor que bien, y con la persona que quieres. No voy a acosarte más ni a decirte más veces que te quiero. Pero me gusta quererte, disfruto viéndote e imaginando conversaciones y paseos que no han sucedido. Y estar a tres metros sobre el cielo. Y eso me basta, me gusta. Dejémoslo en manos de la suerte.
Aitor: ¿Llevas semanas persiguiéndome, diciéndome que me quieres y ahora dices que lo dejas en manos de la suerte?
Lis: ¿Sabes esos bombos enormes de la lotería? Imagínate que llenamos uno con un millón de bolas con los nombres de todos los hombres del mundo, ¿vale? Pues estoy segura de que si metiera la mano en ese bombo, sacaría tu nombre. Aunque me empeñara en buscar otro, aunque metiera nombres repetidos para hacer trampa, sacaría el tuyo. Y eso es lo que yo entiendo por suerte.

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