El otro día me di cuenta de que los pequeños detalles marcan la diferencia. Me di cuenta de lo importante que puedes llegar a ser para una persona... tanto como para que ella te cuente sus secretos mejores guardados. Comprendí que hay momentos y circunstancias que pueden llegar a marcarte tanto que prefieres olvidarlos, esconderlos en el último rincón de tus pensamientos, pero al final, quieras o no quieras, acabas desahogándote, contándoselo a una persona ajena a tu grupito de amigas íntimas, acabas contándoselo a tu compañera de clase. Y te das cuenta de que las personas más increíbles llegan cuando menos te lo esperas, pero en el momento exacto. Hoy sólo puedo decirte una cosa: Tengo miedo a que la gente descubra lo increíble que eres.
Te quiero
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